Con estos tres simples ingredientes podemos tener el éxito garantizado en una reunión familiar, con amigos, invitados, etc, porque aunque parezca simple, hay que probarlo para saber lo ricas que están estas caracolas recién sacadas del horno, calentitas y con el queso fundido.
También son el complemento ideal para ese día que has hecho la comida y el plato principal resulta un poco flojo y necesitas algo más. También puedes tomarlas como tapa o entrante.
Aunque realmente cuando están realmente deliciosas es recién sacadas del horno, tampoco es despreciable su sabor en frío, aunque ya te digo que yo las prefiero en caliente.
Se puede utilizar infinidad de quesos, pero yo he puesto el que habitualmente compro que es el queso tierno Entrepinares en lonchas envasadas, en lugar de las típicas lonchas de queso para fundir (tipo Tranchetes) porque este queso también funde muy bien y porque me gusta más el sabor de este queso.

1 masa de hojaldre cuadrada
7 lonchas de jamón de york
7 lonchas de queso tierno (Entrepinares)
Preparación:
La masa de hojaldre nos viene enrollada junto con un papel.
Desarrollamos la masa para que quede bien extendida. Si vemos alguna imperfección, podemos repasarla con el rodillo de cocina.
Comenzamos a repartir las lonchas de jamón por toda la masa de hojaldre, depositandolas lo más junto posible para evitar que haya huecos grandes.
A continuación hacemos lo mismo con las lonchas de queso tierno.
Comenzaremos a enrollar el conjunto desde un extremo, con las puntas de los dedos y con cuidado. El principio cuesta un poco, pero una vez das la primera vuelta, ya va mejor.
Continuamos enrollando procurando que no quede flojo o suelto, hasta conseguir un rollo.
Vamos a cortar el rollo en porciones de unos 2 centímetros y los vamos a ir dejando en la bandeja del horno.
En la bandeja hemos colocado el papel que venía enrollado con la masa, es un papel de hornear.
Dejamos las caracolas espaciadas.
Metemos en el horno a 200ºC (según instrucciones del fabricante de la masa) unos 15 minutos, hasta que las caracolas se vean doraditas.
A través del cristal del horno veremos como se funde el queso y la masa va dorándose.
Apagamos el horno, esperamos un par de minutos y sacamos la bandeja.
Como ya he dicho antes, servimos calentitas.
Si queréis ver esta receta en forma de vídeo de imagenes, aquí lo tenéis.
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